Skip to main content

Agilidad aplicada a proyectos

La agilidad está basado en la simplicidad, por lo que NO utilizamos el concepto “proceso” para describir las prácticas que permiten el desarrollo de un proyecto. Los procesos tal como se conocen es mejor dejarlos a las metodologías tradicionales.

Se denominan prácticas ya que proponen recomendaciones flexibles que no son de obligatorio cumplimiento y además no cuentan con la estructura tradicional de un proceso (entradas, herramientas, procedimientos, salidas); por lo que resultan en más facilidad a la hora de ponerlas en marcha, esto sin dejar de lado los elementos clave en la gestión de proyectos.

Un proyecto desarrollado en el contexto ágil tiene 6 etapas definidas en su ciclo de vida, cada etapa con un respectivo conjunto de prácticas (17 en total).